AMATITLAN CATALOGADO COMO AREA DE GUERRA

Según las Naciones Unidas, un índice de homicidios arriba de 80 muertes por cada 100 mil habitantes, es un índice comparable a los países en guerra. En Guatemala el 54 por ciento de las muertes se concentran en 54 municipios, donde la tasa de muertes violentas es entre 97 y 171 muertes por 100 mil habitantes.

Según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), el 54 por ciento de las muertes violentas están concentradas en Nueva Concepción, Escuintla, con la tasa mayoritaria, 171 muertes por cada 100 mil habitantes. Le sigue Esquipulas con una tasa de 139.1 muertes por cada 100 mil habitantes; San José Acatempa, con tasa de 135.5 muertes; Teculután, con 129.4 muertes; Zacapa, con 120; Melchor de Mencos, con 119.7; San José, en Escuintla, con 119.4. Se suman Pueblo Nuevo Viñas, con 116.5; Jerez, con 115.2; Río Hondo, con 106.3; Guatemala, con 104.5; Amatitlán, con 103.5; Moyuta, con 101.6; Puerto Barrios, con 100.5; Asunción Mita, con 100.4; Tiquisate, con 99.1; Ocós, con 97.6; y la cabecera de Escuintla con 97.1 muertes por cada 100 mil habitantes. La mayoría son jóvenes Néstor López, investigador del Cien, comentó que en el primer semestre del 2012, el 34 por ciento de las víctimas de homicidios fueron jóvenes entre 16 y 25 años. En el mismo período, el 84 por ciento de las víctimas de homicidio fueron hombres. La mitad de los homicidios y lesiones, lo realizan personas en el rango de edad entre 18 y 29 años. El 80 por ciento de los homicidios fueron cometidos por arma de fuego. “Es un panorama preocupante respecto a la situación en que los jóvenes se encuentran en la actualidad. Según datos preliminares del Ministerio de Educación, en Guatemala existen más de 800 mil jóvenes entre 13 y 18 años fuera del aula”, según López. Mientras en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2011, tan solo una cuarta parte de la población entre 13 y 18 años trabajaba.

Factores de riesgo Según el Cien, entre los factores de riesgo para que un joven cometa hechos delictivos están: los altos niveles de violencia intrafamiliar; consumo de drogas, especialmente alcohol, tener familiares en prisión o amistades en pandillas; haber vivido episodios anteriores de violencia; estar en unión libre y tener hijos; vivir en hogares monoparentales o en familias desintegradas. También se agrega el acceso a educación de baja calidad, crecimiento urbano desordenado que genera hacinamiento y falta de acceso a servicios adecuados, abundancia de armas de fuego, pobreza relativa y una cultura que opta por la violencia para resolver los conflicto.